Dª Sonia concertó con una entidad bancaria una compraventa de subrogación y novación de préstamo hipotecario, por importe de 74.900€, contrato al que se adhiere, el cual contiene ciertas cláusulas abusivas, no negociadas por la demandante por haber aceptado un contrato de adhesión previamente redactado por la entidad bancaria.

Entre las cláusulas estipuladas en el contrato, consideradas abusivas, la entidad bancaria atribuye a la demandante los gastos derivados de la constitución del préstamo hipotecario, establece un interés de demora bastante elevado e incorpora una cláusula suelo de tipo fijo los primeros doce meses, pasando a tipo variable el tiempo restante.

Con el paso de los años, la demandante se encontraba en situación de dificultad para hacer frente al pago del préstamo, por lo que solicitó a la entidad bancaria la reducción del pago mensual de la hipoteca, con la correspondiente eliminación de la cláusula suelo, a lo que la entidad se negó, ofreciéndole a Dª Sonia la firma de un documento privado de novación modificativa de préstamo hipotecario, sin asesoramiento debido sobre el mismo, dejando inaplicada la cláusula. Además en dicho documento privado, la entidad bancaria recoge una renuncia a acciones futuras por parte de la demandante.

En este supuesto, el objetivo es que se declare la abusividad de las estipulaciones establecidas en el contrato de adhesión, es decir, de la cláusula relativa a la limitación al tipo de interés variable (cláusula suelo), la cláusula relativa a los intereses de demora y a los gastos a cargo del Prestatario, y que se acuerde su nulidad de pleno derecho. Además, se pretende también que se le devuelvan las cantidades que hubieran sido satisfechas en base a estos conceptos, así como una indemnización por daños y perjuicios.

La estrategia del abogado de Dª Sonia consiste en interponer Demanda, aportando documentos de prueba sobre los hechos, iniciando juicio ordinario. En la Demanda, el abogado de la demandante solicita la nulidad de las cláusulas abusivas establecidas en el contrato de adhesión con la entidad bancaria. Dicha nulidad de las cláusulas abusivas está respaldada no sólo por la normativa nacional, artículos 1.288 y 1.303 del Código Civil, sino también, tanto por la jurisprudencia nacional como por la conocida sentencia del TJUE.