Los demandantes, doña Rosario y don José,  suscribieron en fecha de 22 de marzo de 2005 una escritura de compraventa con subrogación y novación de préstamo hipotecario con la entidad Bancaria Créditos S.A. En lo concerniente a la regulación del préstamo hipotecario, esta fue redactada de modo unilateral por el banco, conforme a su modelo de contratación y sin posibilidad de negociación con los clientes. Los demandantes se subrogaron, sin haber sido informados previamente, ni tampoco en el momento de la firma, de las condiciones de la novación y, en especial de la introducción de limitaciones al tipo de interés. Así, el contrato estipula de manera poco clara y sin resaltar, una limitación a las variaciones del interés del 12% en lo superior (cláusula techo) y del 6% en lo inferior al nominal anual (cláusula suelo), siendo la diferencia entre lo pagado por los actores y lo que deberían haber pagado sin la aplicación de dicha cláusula, de 6.591,17€.

Ante la negativa de la entidad bancaria a los requerimientos de las partes, el 12 de febrero de 2015, estas deciden interponer una demanda. 

En este supuesto los clientes son Doña Rosario y Don José, y su objetivo consiste en que el Juzgado de lo Mercantil de Santander declare la acción de nulidad del contrato y la reclamación de las cantidades satisfechas indebidamente contra la entidad Banco Créditos S.A.

La estrategia del abogado de doña Rosario y don José consiste en interponer una demanda de juicio ordinario ante el Juzgado de lo Mercantil de Santander contra las acciones llevadas a cabo por la entidad bancaria Créditos S.A. , con el objetivo de declarar su nulidad y resarcir a sus representados.