Don Carlos se dirigió al despacho de su jefe, Don Alfred, en el que le entregó sus nóminas. Don Carlos quiso llevárselas a casa para, una vez revisadas con calma, devolvérselas firmadas. Don Alfred se negó a ello y, tras discutir, cuando su empleado las cogió y se dirigió a la puerta, se abalanzó sobre la puerta para cerrar el pestillo. Con un cutter en la mano amenazó de forma reiterada a Don Carlos. Este se cubrió el rostro con las manos por lo que sufrió cortes en la mano derecha y acto seguido un puñetazo. Finalmente pudo arrastrarse hasta el descansillo de la escalera y pedir ayuda.

Las pretensiones del lesionado consisten en:

1. El pago de una indemnización de 2.700 euros por lo días que tardaron en curar las lesiones impeditivas para sus ocupaciones habituales, sin perjuicio de la cantidad que derive del daño estético o de una probable nueva intervención. Y de otros 3.000 euros por el daño moral.

2. La imposición de una pena de tres años de prisión.

3. La inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo como pena accesoria.

4. El establecimiento de una orden de alejamiento que le prohíba estar a menos de 500 metros del ofendido, su domicilio o su lugar de trabajo y ponerse en contacto con él por cualquier medio durante cuatro años.

Esta consiste en probar los hechos ocurridos mediante la aportación de distintos informes médicos, además de la prueba testifical, por los que tratará de pedir la máxima pena e indemnización posible aludiendo al daño tanto físico como moral.